Lo planteaba Gabriel Fariña presidente del Posadas Bureau Congresos y Convenciones calificando de “terribles” los perjuicios que a nivel económico acarreará la fecha establecida por coincidir con un periodo de gran actividad del turismo de reuniones. Opinó que se dearrollará solo un 20% de la actividad prevista.
Y señaló que “el gran crecimiento de Posadas hizo que tengamos mucha convocatoria. El turismo de reuniones es una herramienta que produce un derrame general hacia todos los rubros: agencias de viaje, transporte, hotelería, gastronomía”.
Añadió que son concientes “del enorme esfuerzo que hizo la Provincia y el Ministro de Turismo para que se cambie la fecha, que es decisión de la Nación”. Observó que las obras podrían realizarse en “la temporada baja nuestra: enero, febrero y marzo”.